La escalofriante historia detrás de los espíritus chocarreros del programa "El Chavo del 8"

El episodio de los espíritus chocarreros de “El Chavo del 8” está basado en una historia de los años 1800 donde un par de niñas pusieron de moda el engaño de las sesiones espiritistas. Muchos de nosotros hemos visto este capítulo que no hizo reír sin parar, sobre todo por lo miedoso que es el Chavo y lo gracioso que es ver a varios personajes de la vecindad como sonámbulos. Sin embargo, aunque hayas observado este episodio una y otra vez tal vez no notaste algunos datos curiosos y muy rebuscados sobre este capítulo. 

Los espíritus chocarreros es uno de los episodios más emblemáticos y reconocidos de “El Chavo del 8” su versión original fue estrenada en 1974 en la cual, Don Ramón es sonámbulo y durante las noches coloca platos en el barril del Chavo por la preocupación que le genera que el Chavo casi nunca come. Esta acción genera mucha preocupación en los habitantes de la vecindad, debido a que desaparecen platos de la casa de Don Ramón y aparecen en el barril del Chavo. Esto lleva a que los personajes de la vecindad averigüen la razón por la que está sucediendo esto. 

Más noticias de entretenimiento:

EL MISTERIO DE LA CREACIÓN DEL PROGRAMA "EL CHAVO DEL 8"

EL MISTERIO QUÉ HAY DETRÁS DEL PAPÁ DE EL CHAVO DEL 8

La bruja del 71 dice que tiene dos teorías de lo que sucede en la vecindad, la primera trata de que Don Ramón es sonámbulo o que los espíritus chocarreros son los que hacen desaparecer los platos; descartando la primera opción e inclinándose hacía su segunda teoría. 

Los espíritus chocarreros en México es un término que se utiliza comúnmente para referirse a fantasmas o entes del más allá, que viven en un lugar en específico, ya sea en una casa o en una vecindad. Para poder realizar este episodio, Roberto Gómez Bolaños se basó en varias fuentes una de ellas eran las películas y programas de televisión sobre espantos y fantasmas que estaban de moda en aquella época. Como por ejemplo, “La noche de los muertos vivientes” de 1968, “El Santo y las momias de Guanajuato” de 1970 o “Los monstruos del terror” de 1970.

Otra de las fuentes que Chespirito uso para la creación de este episodio fue la historia de las hermanas Kate y Maggie Fox, quienes fueron dos niñas que en 1948 le jugaron una broma pesada a su madre haciendo ruidos para que ella creyera que había fantasmas en su casa. Por lo que la señora Fox, crédula a lo que sus hijas decían comenzó a sugestionarse y acabó convencida de que lo que ocurría en aquel lugar era que estaba habitado por algún espíritu y avisó a vecinos y amigos para que acudiesen y fueran testigos de los hechos paranormales que sucedían en su hogar. Esta noticia se hizo muy conocida y muchos curiosos se acercaban a las ventanas a ver. 

La mentira llegó tan lejos que las niñas pasaron de unos simples ruidos a poder comunicarse con el espíritu al que le hacían preguntas que eran contestadas a través de golpes; tenían una especia de código para poder comunicarse con los difuntos. Esto también se pudo ver en el episodio de “El Chavo del 8” en donde se intentan comunicar a través de golpes a objetos.