Por Ángel Huerta
Desde la separación de sus padres, José Eduardo Derbez vivió con su madre, quedándose ella a cargo de su crianza, educación, e incondicional apoyo. El primogénito de la internacionalmente reconocida actriz, Victoria Ruffo, vivió bajo el mismo techo que su madre desde su nacimiento hasta el 2013, año en que alcanzó la estabilidad financiera que necesitaba para independizarse.
A pesar de no vivir juntos, madre e hijo llevan una relación envidiable para muchos, pues está basada en la plena confianza, diversión, infinito amor y apoyo constante. Los actores son tan cercanos, que incluso asisten juntos a comidas con las amigas de la Ruffo, amigas que José Eduardo también considera propias por el gran cariño que han entablado gracias a su increíble personalidad.
LA TRADICIÓN NAVIDEÑA QUE LOS DERBEZ NO PUEDEN OLVIDAR
José Eduardo ha confesado que en casa de su madre siempre fue “un rey”, pues tanto la actriz como sus hermanas (tías de José Eduardo), sus padres (abuelos del Derbes), sus nanas, el chofer, y todos los que trataban cotidianamente, mostraban su afecto consintiéndolo, y rodearon su vida de comodidades a las que rápidamente se acostumbró.
A pesar de que, al vivir de manera independiente, José Eduardo tuvo que sacrificar algunos lujos, el actor confiesa que lo más difícil de dejar la casa de su mamá fue poder llegar de trabajar a buscarla en su recámara, y quedarse con ella platicando por horas mientras ambos descansaban, veían la televisión o jugaban cartas. Estos pequeños detalles cotidianos hacen -y harán- siempre falta en la vida del actor, y muestran el noble corazón que Victoria le ayudó a construir.
30/09/2024
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